viernes, 30 de enero de 2009

Siete Almas

Will Smith. Gabriele Muccino. Lunes noche y quedamos los tres. En realidad a Muccino ya lo conocía, "este es el director de En Busca de la Felicidad" pensé mientras me saludaba, "¿quieres más palomitas?" respondió él.


Total que nos sentamos en las butacas y, nada más empezar la velada, Will hace una llamada telefónica al 911 y pide una ambulancia. Ha habido un suicido y, según dice a la operadora al otro lado de la linea, la víctima es él.


VENGA QUE EMPEZAMOS YA...


En realidad Ben (Will Smith) está empezando por el final de la historia y, mediante flashback, conocemos el por qué de haber llegado a esta situación. El por qué no os lo voy a contar, claro, sólo de qué va el tema.

Ben es un hombre algo triste y con problemas para concilar el sueño que, por circunstancias de la vida, decide intentar ayudar a siete personas que no conoce de nada; en realidad, más que "ayudar" debería escribir salvar ya que las personas que elige tienen problemas de salud.

Así, por ejemplo, nos encontramos a un Woody Harrelson ciego que es tratado de forma nefasta por Ben en los primeros minutos de metraje (el por qué es tan cruel lo sabremos casi al final de la cinta aunque, a mi parecer, es una explicación algo estúpida); también intenta salvar a una mujer con dos hijos que sufre maltrato por parte de su pareja (un tanto exagerada la ayuda a este personaje pero, por lo que se narra en flashbacks, bastante coherente y contundente a la hora de deshacerte de un recuerdo); otro personaje es un chico de unos 12 años ingresado en un hospital con una dolencia bastante grave... al igual que el personaje que se lleva el grueso de la historia, Emily, interpretada por Rosario Dawson.

Y ahí está el tema.

A pesar de que cuando llegamos al final nos dan la explicación del por qué títulan así este film, a mi me molestó un poquillo que, más que un drama, nos vendieran otra tradicional historia de amor. Chica conoce chico, chico entra de forma misteriosa en su vida, chica se va dejando conquistar, chico se la va ganando y... bueno, y más cosas que tiran de romanticismo.

La película me ha gustado, ojo, porque, aunque hay un punto de la película en que de pronto dices "tate, ya sé cómo acaba" (y aciertas, agggh!) me parece que está bien narrada la historia central pero es que, además, la historia paralela con su hermano me pareció bastante lógica con todo ese distanciamiento entre ambos y el por qué.

Lo único que le puedo achacar es que había momentos en que, a mi parecer, no ocurría nada. Es decir, la película nos estaba contando algo pero se recreaba tanto en la escena que lo que contaban en dos minutos lo podían haber hecho en uno sólo.

El final predecible me pareció muy curioso. Sé que no es una gran idea revolucionaria pero, cuando menos, me pareció chocante la coincidencia con un cortometraje que protagonicé hará unos años... Os aseguro que mi personaje terminaba igual y por el mismo motivo pero, en vez de una mujer, era un chaval de 15 años. Curioso.




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