domingo, 6 de marzo de 2011

Scott Pilgrim contra el mundo

Gran película donde las haya. Muy especial y muy difícil de ver porque va demasiado enfocada a un público concreto pero, y tal vez sea por esto, tiene su encanto y hasta reclama una segunda parte que ahonde más en los personajes y se centre menos en las peleas.


SPOILERS Y MÁS SPOILERS...


Scott tiene una novia mucho más joven que él. Scott tiene un grupo musical donde toca el bajo. Scott vive compartiendo casa con un chico gay.

Un buen día, en sus sueños aparece una chica con el pelo rosa que le roba el corazón por lo que, cuando se la cruza en la vida real, decide apostar todo por ella y se las ingenia para empezar una relación.


Coinciden en una fiesta donde lo estropea todo sacando su lado más friki explicandole el por qué del nombre del pacman, así que se las ingenia para coincidir nuevamente. Cuando por fin lo hacen y empiezan a salir ella le explica que, para ser su pareja, antes debe vencer a "Los 7 Malvados Ex", un clan de sus exparejas contra los que Pilgrim se reparte de estopa al más puro estilo Street Fighter.

Cada vez que se pelea con alguno, vemos ondas cinéticas a su alrededor, podemos leer los golpes con sus "pow", "crash" y derivados, hacen combos y saltos alucinantes rollo Dragon Ball y hasta se les encienden los ojos para, al vencerlos, recibir a cambio un montón de "coins" o incluso una vida extra.


Entre los rivales amorosos de Scott se encuentran un actor famoso y un poco chulazo (al que da vida Chris Evans), una chica con un cinturón como arma y hasta una pareja de hermanos Disc Jokeys.

Para liarlo más todo, aparece en escena la exnovia de nuestro protagonista que es la lider de un famoso grupo musical.


YA. TIEMPO MUERTO.


Lo mejor de todo es que ya desde el comienzo de la película sabes lo que vas a ver. Empieza homenajeando a la era de los 8 bits con el logo de la Universal pixelado y esa música horrorosa que taladraba los oidos. Y todo lo que rodea al film, la estética de cómic y videojuego mezclada, la banda sonora, los efectos especiales y el sentido del humor en general que impregna toda la cinta.

De lo mejorcito que he visto últimamente (ya os hablaré de Zombies Nazis, que está justo en el extremo opuesto).