Basada en hechos reales nos llega la adaptación del, a su vez, libro "Bringing Down the House: The Inside Story of Six M.I.T. Students Who Took Vegas for Millions" (la traducción os la dejo a vosotros, que es demasiado larga... ¡ejem!) en donde se nos cuenta la historia de un joven, Ben Campbell, que a pesar de ser uno de los "lumbreras" de su curso, la única solución que encuentra para pagarse la universidad es aprender los entresijos del juego de casino que da nombre al film.
Para lograr su propósito se une a un grupo de jóvenes que dominan el juego a la perfección y, fin de semana sí, fin de semana también, visitan los casinos de las Vegas con identidades falsas y disfrazados cuál Mortadelo y es que, con un profesor como Kevin Spacey, todo es posible.
El sistema es sencillo: contar cartas y, cuando la mesa está "caliente", a base de señas a tú compañero, conseguir la mayor cantidad de dinero posible. El problema está cuando nuestro tímido protagonista se deja llevar por los éxitos hasta ir cambiando sustancialmente su introvertida personalidad. Para más "inri" Morfeo, perdón, Laurence Fisburne, hace el papel de policía de casino y acaba de detectar algo raro en uno de sus jugadores habituales...
La película en sí no es nada del otro mundo. Está narrada correctamente y nos brinda la oportunidad de ver a las ya estrellas Kevin Spacey y Laurence Fisburne, aunque sea en papeles poco extensos, dando la réplica a nuevos rostros del cine americano como es un inspirado Jim Sturgess al que también se ha podido ver este año en "Las hermanas Bolena" (y hasta se rumorea que podría ser el próximo Spiderman en los escenarios de Broadway... pero de ese tema ya hablaremos en otro post, ¡o no!). Si bien es cierto que no nos cuenta una historia demasiado profunda, tampoco deberíamos buscar esa cualidad como algo negativo ya que, podríamos decir, así acompaña a la perfección al espíritu que inunda Las Vegas, donde todo es más frío y superficial. Incluso hay cosas que se llegan a deducir antes de que ocurran tan sólo viendo cómo se suceden los hechos ya que resulta obvio que si, en un principio nuestro protagonista suspira de amor siendo un perdedor, cuando alcanza el éxito, no lo hace sólo en las mesas de un casino.
Yo no puedo decir que me aburriera en ningún momento pero, claro, me encanta la temática. Desde la maravillosa "Casino" de Scorsese (ya hablaremos de ella, ya) hasta la trilogía "Oceánica" de Clooney, pasando por la totalidad de los capítulos de esa serie emitida por Cuatro llamada "Las Vegas" que ahora parece relegada a las peores horas de audiencia televisiva. Si a eso le unimos que mi película favorita de todos los tiempos es "El Golpe" con la pareja de guaperas Newman-Redford (si no me creéis preguntad a "vuestras mayores") pues, lo que decía, que a mi sí me ha gustado, oyes.
Como dijo aquél... para fans incondicionales del género.
Para lograr su propósito se une a un grupo de jóvenes que dominan el juego a la perfección y, fin de semana sí, fin de semana también, visitan los casinos de las Vegas con identidades falsas y disfrazados cuál Mortadelo y es que, con un profesor como Kevin Spacey, todo es posible.
El sistema es sencillo: contar cartas y, cuando la mesa está "caliente", a base de señas a tú compañero, conseguir la mayor cantidad de dinero posible. El problema está cuando nuestro tímido protagonista se deja llevar por los éxitos hasta ir cambiando sustancialmente su introvertida personalidad. Para más "inri" Morfeo, perdón, Laurence Fisburne, hace el papel de policía de casino y acaba de detectar algo raro en uno de sus jugadores habituales...
La película en sí no es nada del otro mundo. Está narrada correctamente y nos brinda la oportunidad de ver a las ya estrellas Kevin Spacey y Laurence Fisburne, aunque sea en papeles poco extensos, dando la réplica a nuevos rostros del cine americano como es un inspirado Jim Sturgess al que también se ha podido ver este año en "Las hermanas Bolena" (y hasta se rumorea que podría ser el próximo Spiderman en los escenarios de Broadway... pero de ese tema ya hablaremos en otro post, ¡o no!). Si bien es cierto que no nos cuenta una historia demasiado profunda, tampoco deberíamos buscar esa cualidad como algo negativo ya que, podríamos decir, así acompaña a la perfección al espíritu que inunda Las Vegas, donde todo es más frío y superficial. Incluso hay cosas que se llegan a deducir antes de que ocurran tan sólo viendo cómo se suceden los hechos ya que resulta obvio que si, en un principio nuestro protagonista suspira de amor siendo un perdedor, cuando alcanza el éxito, no lo hace sólo en las mesas de un casino.
Yo no puedo decir que me aburriera en ningún momento pero, claro, me encanta la temática. Desde la maravillosa "Casino" de Scorsese (ya hablaremos de ella, ya) hasta la trilogía "Oceánica" de Clooney, pasando por la totalidad de los capítulos de esa serie emitida por Cuatro llamada "Las Vegas" que ahora parece relegada a las peores horas de audiencia televisiva. Si a eso le unimos que mi película favorita de todos los tiempos es "El Golpe" con la pareja de guaperas Newman-Redford (si no me creéis preguntad a "vuestras mayores") pues, lo que decía, que a mi sí me ha gustado, oyes.
Como dijo aquél... para fans incondicionales del género.
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