El Circo de los Horrores: Psicosis

Cuando empecé en esto de la blogesfera y me puse a buscar blogs que pudieran ser de mi interés, bien por temática bien por cómo trataban los temas, encontré uno en el que, con un cierto tipo de humor más o menos sarcástico, una chica contaba sus vivencias como hacemos todos.

Que si un viajecito por aquí, que si una obra de teatro por allá... Y esto último fue lo que más me dejó extrañado. No por nada raro, a fin de cuentas esto es el espacio personal de cada uno y habla de lo que realmente le apetece pero yo, que mira que podría hablar de obras de teatro por pertenecer al mundillo, pensé en no hacerlo por un simple motivo: la gran mayoría de producción teatral está en Madrid y Barcelona y quería que mi blog fuera accesible a todo el mundo posible. Después están las giras, vale, pero ese es otro cantar. Me explico; si hablo de una película y el que lea el post no la ha visto, puede tirar de cine, videoclub o mula; si hablo de un comic, lo mismo; pero si hablo de un montaje teatral que está en Madrid y el lector está, por ejemplo, en Tenerife pues mal lo lleva para vivir la experiencia...

Todo esto viene a cuento porque anoche me llevé a Silvia al centro (por si alguien aún no se fijó, vivimos en Fuenlabrada) y le dí un regalo sorpresa: entradas para ver el nuevo espectáculo que tiene en cartel actualmente el teatro Apolo, "El Circo de los Horrores" y tengo que decir que fue espectacular.

El show, para el que no lo conozca es el de un circo de toda la vida con sus funambulistas, sus contorsionistas, sus equilibristas, etcétera, pero con la temática centrada en el terror. Así, desde que entras por la puerta del teatro tienes a los artistas completamente maquillados como muertos vivientes. Miento, desde que entras por la puerta no, desde antes; por lo menos aquí en Madrid porque, ya en la taquilla, teníamos a un loco con máscara y una motosierra acosando a cualquiera que se atreviese a comprar una entrada.

El hall del teatro está totalmente cambiado lleno de telarañas, luces tenues... y más monstruitos. Mientras a mi me cogía un jorobado y me ponía en la gillotina para cortarme la cabeza, Silvia hablaba con un loco encerrado en una jaula que intentaba escapar y, a pocos metros, teníamos una enfermera zombie intentando acuchillarnos.

Entramos para buscar nuestros asientos y, en mitad del pasillo, nos encontramos a un tipo ahorcado a un par de metros del suelo que al acercarnos daba espasmos y apenas te dejaba cruzar. Nos sentamos y, mientras miramos cómo al otro lado de las butacas, una novia cadáver y un tipo con una cabeza "por sombrero" aterrorizan al público, aparece detrás de Silvia un monje que le da un susto que no veas...

Comienza el show, el de verdad, el que está encima del escenario y, entre lápidas y humo, después de un pequeño baile de almas perdidas aparece el maestro de ceremonias que no es ni más ni menos que Nosferatu. Pero no el Nosferatu que todos conocemos, no, si no un Nosferatu con un sentido del humor muy particular, que baja al público con el que interactúa durante todo el espectáculo y hasta saca voluntarios si la ocasión lo requiere.

Después de esta pequeña presentación, nos llega el primer número de la noche, una momia que hace acrobacias aéreas.


Acaba la momia y, como en todo circo que se precie, llegan los payasos pero no hay que olvidarse que esto es un circo muy especial, así que el payaso es también muy especial. Se llama Grimo y aparece en un silla de ruedas que empuja la mencionada enfermera zombie cuyo único propósito parece ser asesinarlo... a pesar de que ya está muerto. Una vez más requieren la colaboración del público y Grimo sube a un chico al que debe sacarle sangre con una jeringuilla putrefacta; para suerte del chaval, el payaso no consigue su propósito.

Tras este pequeño toque de humor con "concierto" de plato y tenedor incluido (Grimo raspa un tenedor contra un plato, como el conocido gag de Tricicle), tenemos a la niña del exorcista con un número bastante bueno de contorsionismo para pasar a Dévora la vampira y su serpiente; le sigue magia con fuego donde queman dentro de un ataúd a Sara, una niña de 11 años que es de lo mejorcito del show junto con su skecth del juego de la pelota. Sara vuelve a la vida una vez quemada, claro, que para eso es magia.

Para cerrar esta primera parte (el espectáculo total dura 2 horas que se pasan volando) tenemos a la vampiresa con un streeptease seguido de dos funambulistas buenísimos homenajeando al "Fantasma de la ópera"; es impresionante ver cómo la chica mantiene el equilibrio sobre los alambres mientras canta perfectamente la canción de dicha película. Por cierto, tengo que ser algo rarito porque no veáis el morbo que daba Dévora y su streeptease, ¡ejem!



15 minutos de descanso.



Empieza la segunda parte y nos encontramos con Suso Clown un mimo con mucho humor que, nuevamente, precisa que suba alguien del público. Cuando termina, nos encontramos con una sonámbula un tanto rara... más que nada por el hecho de que va colgada andando boca bajo.

La niña del exorcista también está invitada a la fiesta...

En esos momentos tenemos un número muy bonito donde la parca aparece con su guadaña montada a caballo y hace una demostración equestre con el equino andando de lado, hacia atrás, marcando el paso, etcétera. Dos números después nos llega uno de los más aplaudidos junto con "El fantasma de la ópera", "El patíbulo de la muerte", que consiste en dos tipos haciendo equilibrios mano a mano (os dejo un video más abajo).

Un número de humor mímico más, un baile con todo el elenco transformados en vampiros y llegamos al final.

Lo recomiendo, mucho. A pesar del precio de las entradas (35€ en taquilla, desde 18€ si las compras por atrápalo.com), puedo decir que el espectáculo merece la pena y así lo confirmó el resto del público asistente cuando se pusieron todos de pie a la hora de los aplausos.

Nos os vayais de aquí sin echarle un ojo a los videos, por favor.

Terroríficos saludos...

Circo de los Horrores: Promo

El Circo de los Horrores: Equilibristas

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