domingo, 15 de junio de 2008

"Rebobine, por favor"

Me acabo de tragar la nueva "peli" de Michel Gondry. Con lo que me gustó "Olvídate de mi"... pufff, cómo me ha costado esta.

La película nos cuenta cómo el dueño de un videoclub de barrio, Danny Glover (conocido por la saga Arma Letal), se enfrenta a una orden de desahucio ya que su edificio va a ser demolido para construir unas lujosas nuevas viviendas. Como tiene que marcharse fuera de la ciudad deja encargado del negocio a su hijo adoptivo al que sólo deja una norma, que no entre su amigo Jerry (Jack Black). Este decide esa misma noche sabotear el generador de una central eléctrica cercana a la autocaravana donde duerme justificando que le causa fuertes dolores de cabeza pero, al salirle mal la jugada, acaba completamente magnetizado. Al acudir al videoclub para contárselo todo a Mike comete un gran error ya que, por culpa de su estado magnetizado, borra todas las películas del video club. Claro, eso es lo que pasa cuando no te actualizas y aún sigues trabajando con el VHS.

Para que el negocio no se vaya a pique se les ocurre una idea absurda donde las haya: grabaran ellos mismos las películas prescindiendo de primeros planos para que no se les reconozca. Así, por sus manos pasan las "suecadas" (termino que ellos mismos aplican al "invento") de "Los Cazafantasmas", "King Kong", "Paseando a Miss Daisy", "Robocop", "El Señor de los Anillos", "Men in Black" y un largo etcétera.

La idea de la película me parece buena pero la forma de presentárnosla... eso ya es otro tema.

Desde el principio me transmite todo un tono ochentero como de mala calidad. No es por como ellos hacen los "remakes", ya que los personajes no tienen "ni pa pipas", que diríamos en mi tierra, y es lógico que sean muy cutres a la hora de rodar además de que no tienen nociones cinematográficas y hacen cine por intuición. Es todo, en general.

Si el personaje de Jack Black es electrocutado en su intento de sabotear la central, pienso, no es necesario que quede suspendido varios segundos en el aire rodeado de rayos.

O los actores de reparto, los que forman el grueso del pueblo (es decir, que no me refiero a Mia Farrow, que también sale con un pequeño papel) que, por darle naturalidad y verosimilitud a unos personajes sencillos, han escogido a gente que seguramente nunca se haya puesto delante de una cámara... y nunca lo vuelva a hacer. Salvando este hecho, que puedo hasta entenderlo por algo que comentaré después, llego a una parte del guión que me chirria incluso. Cuando graban la primera película, "Los Cazafantasmas" (muy currada esa parte: "Yo soy Bill Murray y tú todos los demás", dice Mike a Jerry. Para colmo los rayos que atrapan a los fantasmas los hacen con una caña de pescar y un espumillón de arbol de navidad). Cuando graban "Los Cazafantasmas", como decía, y se la entregan al personaje de Mía Farrow (que nunca la ha visto), no sólo no se ofende por el intento de timo al igual que su hijo y sus amigos, que también la han visto, ¡si no que vuelve a por más películas! Con el resto del pueblo pasa lo mismo y no estaría mal si no fuera porque, encima de que sus versiones duran sólo 20 minutos, les llegan a cobrar en algunos casos hasta 20 dólares. Para rematar, cuando necesitan buscar una actriz (hasta ese momento los papeles de mujer los hace el mecánico de Jerry con una peluca y un vestido) acaban cogiendo a la hermana de la chica que lleva la lavandería que, sin que ellos le expliquen nada ni que ella les pregunte de qué va el tema, acepta encantada y se marcha a rodar cine con dos desconocidos... ¡gratis!

A pesar de todo eso y para mi sorpresa, al cabo de una hora y cinco minutos me encuentro metido de lleno en la película.

Aparece (también en un corto papel) Sigourney Weaver, ejerciendo de representante de la SGAE... ¡uy, no perdón, que esa es nuestra!... para requisar la totalidad de las cintas por derechos de autor dejando a nuestros protagonistas sin ingresos. Esto agrava su problema de demolición ya que, en el plazo de una semana, deben conseguir 60.000 dólares para efectuar las reformas mínimas que le permiten seguir con su local.


(Qué, Jack, ¿de casting para Prison Break?)
Como último intento consiguen implicar a toda la gente del pueblo (y es aquí donde entiendo que haya ciertos papeles con actores no profesionales) para la creación de una película propia sobre un mito del jazz, que este humilde servidor desconoce si existió en realidad o todo es parte del guión, para salvar el videoclub.


Y fin.

En resumidas cuentas, una película que nos habla del amor por la películas que puede ser más o menos entretenida pero no para tirar cohetes. O es eso o yo tengo una mala tarde, no sé...










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1 comentario:

Trepamuros dijo...

Tiene partes algo aburridas, pero en general me gustó bastante. Sí, la de Olvídate de Mí es mejor (también me gustó a pesar de que mucha gente que no la entiende digan que es una mierda), pero también trata temas diferentes. Quizás tuviste mala tarde como dices, a veces una peli no nos gusta de entrada y luego la vemos de otra manera o simplemente no te gustó, que también puede ser y sería factible. Como ya dije tiene partes aburridas, sin contar ya lo de que se quede suspendido en el aire por la electrocución. Jajaja.